La úlcera traumática es una lesión dolorosa caracterizada por un área de ulceración central cubierta por una pseudomembrana de fibrina, restos de tejido necrótico y agregados de microorganismos, rodeados por un halo eritematoso. Suele desaparecer entre 10 y 21 días sin dejar cicatriz. La terapia con láser se puede realizar para acelerar la cicatrización de la úlcera y para aliviar los síntomas dolorosos. En las úlceras sin síntomas dolorosos, la dosis indicada es: Láser rojo, 1 J de energía, 2 puntos, inmediatamente al aparecer la lesión y cada 24 h. En las úlceras con sintomatología dolorosa, la dosis previa puede repetirse 3-4 veces (según el informe clínico del paciente sobre el dolor). Por lo general, se realizan de 2 a 4 sesiones clínicas para el tratamiento de úlceras traumáticas. El alivio de la sintomatología dolorosa determinará la finalización del tratamiento.